En las organizaciones se escucha decir "necesitamos crear un plan estratégico", más a menudo de lo que se dice "necesitamos crear una estrategia". Esto se debe a que la mayoría de las personas ven la estrategia como un ejercicio para producir un documento de planeación y desconocen su verdadero sentido. En esta concepción, la estrategia se manifiesta como una larga lista de iniciativas estratégicas con plazos asociados y recursos asignados. En Pensemos, queremos que su organización no se pierda la oportunidad creativa de idear una estrategia, por eso a continuación le presentamos la diferencia que existe entre estrategia y planeación estratégica. ¡Acompáñenos!
Vamos a empezar por las definiciones de cada una. Definimos estrategia como la forma única de creación de valor sostenible de una organización que la coloca y dirige a un lugar privilegiado, por encima de su competencia. Ahora bien, como la hemos definido en otras ocasiones, la Planeación Estratégica es una herramienta de gestión que permite establecer el quehacer y el camino que deben recorrer las organizaciones para alcanzar las metas previstas, teniendo en cuenta los cambios y demandas que impone su entorno. Así, la Planeación Estratégica es un ejercicio de formulación y establecimiento de objetivos y, especialmente, de los planes de acción que conducirán a alcanzar estos objetivos, con unos recursos determinados.
En sentido estricto no son lo mismo, son dos procesos diferentes que se complementan. La planeación estratégica consiste en idear y formular los planes o iniciativas, ejecutar, hacer seguimiento y evaluar los resultados. En ese proceso se definen los responsables, tiempos y el presupuesto. Para su desarrollo se requiere de un proceso racional y minucioso que logra la alineación de los equipos con un propósito común.
De otro lado la Estrategia se determina en gran medida por la creatividad. La capacidad de vislumbrar las posibles ventajas sobre la competencia del mercado, también requiere de un análisis de los posibles hechos del entorno que impactan de manera positiva o negativa el negocio. En síntesis, es la propuesta de valor de la organización a sus clientes e inversores.
Otra diferencia que encontramos frente a la Planeación Estratégica y la Estrategia es que la primera está limitada a un tiempo, normalmente de 1 a 5 años, mientras que la segunda es atemporal y dinámica, puede ser modificada en cualquier momento. La estrategia es escoger las mejores opciones y focalizarse en ellas. La planificación estratégica es el orden, la lógica que se establece de prospectiva, logística y recursos para poner la estrategia en acción.
Algo intrigante, es que las iniciativas a menudo son denominadas "estrategias". Es decir, cada iniciativa diferente es una estrategia y el plan es una lista organizada de las estrategias. Sin embargo, ello impide el enfoque en una sola estrategia y se mezcla con un presupuesto detallado y descriptivo, desafortunadamente la gran mayoría de los planes estratégicos son simplemente presupuestos con muchas palabras explicativas.
Este puede ser el caso, porque el proceso financiero está profundamente involucrado con el proceso estratégico en la mayoría de las organizaciones. Es importante ser cuidadosos porque ese aspecto puede causar un poco de apatía y la pérdida del entusiasmo de la Alta dirección en el proceso de planificación estratégica.
Para hacer que la estrategia sea más llamativa y que los gerentes se interesen en ello, es necesario liberarse de la obsesión de planeación y presupuesto. La formulación de la Estrategia debe empezar por una lluvia de ideas, que posteriormente son discutidas, y finalmente se convierten en un conjunto integrado de opciones, posicionando colectivamente a la empresa en su industria, para crear una ventaja sostenible en relación con la competencia y ofrecer rendimientos financieros superiores a los socios.
Obviamente, no se puede ejecutar una estrategia sin iniciativas, inversiones y presupuestos. Pero lo que se necesita para que los gerentes se concentren antes de comenzar con esos aspectos, es la formulación de la estrategia, la cual hará que esas iniciativas sean coherentes.
La estrategia es una cosa singular. Hay una estrategia para un negocio determinado, no un conjunto de estrategias. Se podría denominar un conjunto integrado de opciones que responden a las preguntas:
- ¿Cuál es el valor que se va a crear?
- ¿Qué necesita la organización para ser muy buena en lo que se propone?
- ¿Por qué cree que puede ganarle a la competencia?
- ¿Qué tipo de ingresos y ganancias espera recibir la organización?
- ¿Cuáles herramientas va a utilizar para la gestión de su estrategia?
Tener clara la estrategia permite reconocer cuáles iniciativas tienen sentido y es probable que produzcan el resultado que realmente se desea. Además ayuda a zanjar discusiones sobre qué iniciativas deberían o no estar en la lista, porque la estrategia permite discernir lo que es crítico y lo que no.
Esta concepción de la estrategia también ayuda a definir la duración de su plan estratégico. Las cinco preguntas se pueden responder fácilmente en una página y si ocupan más de cinco páginas (es decir, una página por pregunta), entonces su estrategia probablemente se está transformando en un plan estratégico más clásico, en el que ser conciso es la clave.
Recuerde que la estrategia marca la diferencia en el éxito de su organización. Sin embargo, no solo es importante su ideación, también su formulación, su seguimiento, pues a partir de los resultados es que se pueden establecer cambios y tomar decisiones adecuadas. Nuestra Suite Visión Empresarial reúne herramientas útiles que le permitirá hacer un seguimiento riguroso de su estrategia, lo que le ayudará a obtener mejores resultados. No dude en contactarnos si desea más información sobre la Estrategia, la Planeación Estratégica o si desea conocer más sobre nuestro software de gestión estratégica.
