Imagine que todos los empleados de su organización trabajan alineados hacia los mismos objetivos. Cada uno, desde su cargo o rango, optimiza y orienta sus actividades del día a día hacia las metas de la compañía. Este es el principio más importante de la alineación total, pues todos entienden la estrategia, creen en ella y se preocupan por contribuir a su realización. Hoy en Pensemos le queremos enseñar cómo la alineación total puede ser la clave para una gestión estratégica exitosa ¡acompáñenos!
¿Qué es alineación total?
Alineación Total es un modelo de gestión estratégica creado por el consultor gerencial Riaz Khadem y plasmado en el libro Total Alignment (2017). Para sintetizar el concepto, podemos hablar de alineación cuando dos o más personas se mueven en la misma dirección y de integración cuando las personas cooperan entre sí. La alineación total tiene en cuenta alineación e integración. Entonces, si una compañía desea estar alineada e integrada, primero necesita establecer un centro de enfoque o un marco de referencia para todos los trabajadores. Este marco reúne la visión, los valores y la estrategia de la organización; los trabajadores deben estar alineados a estos tres elementos.
Un punto importante para tener en cuenta a la hora de establecer la estrategia y la visión es que todas las personas que van a ser partícipes tienen que están convencidas de ellas y de su valor. Esto quiere decir que no pueden ser preestablecidas y estáticas, sino que tienen que ser construidas en conjunto. En ocasiones puede ser complicado llegar a un punto en el que todos los trabajadores estén de acuerdo y se sientan comprometidos con los objetivos de su organización, pero este es el primer desafío de la alineación total. Conviene dedicarle tiempo y trabajo porque esta será la base sólida de todo el modelo.
Tener unidad en la visión, compartir los valores y estar de acuerdo con una estrategia creativa es el primer paso para que este modelo funcione dentro de una organización.
Pero ¿Cómo ejecutar su planeación estratégica?
- Árbol para medir los indicadores de la visión
La visión de una organización es el objetivo que tiene a determinado tiempo. Bajo la metodología de alineación total, cada área de la organización tiene que enfocar sus procesos a esos objetivos. La idea es que la visión se divida en conceptos principales y después se le asigne uno o más indicadores a cada uno. Los indicadores miden los resultados o los avances de los procesos y arrojan resultados medibles que contribuyen a la visión.
La figura de árbol pone en el centro la visión de la organización, de ahí se desprenden ramas gruesas donde se ubica cada área de trabajo y de ahí ramas más delgadas que mencionan los indicadores asignados a cada una.
Por ejemplo, si la visión de una compañía en 5 años es convertirse en uno de los líderes en su mercado, todas las áreas (marketing, diseño, servicio al cliente, etc.) deben tener en su panorama siempre presentes a los líderes del mercado para orientar su trabajo a esos estándares y establecer indicadores que midan el proceso.
- Árbol para medir los indicadores de la estrategia
La estrategia detalla todo el camino desde el punto de partida de una iniciativa hasta que se completa. En este punto, se deben haber producido los resultados esperados (un beneficio o un proceso que seguirá produciendo beneficios). Estos beneficios permiten medir el rendimiento de la estrategia.
Se le asigna una serie de indicadores a cada iniciativa para medir el progreso. Llamamos INX a este indicador de progreso que significa INitiative IndeX, que se calcula utilizando una serie de criterios que incluye un plan dinámico, la puntualidad de los reportes, estar dentro del presupuesto, etc.
- Mapa de alineación
La combinación de estos dos árboles construye el mapa de alineación total. Si cada uno de los componentes del mapa se ejecuta de la manera correcta, el cumplimiento de la visión está casi asegurada. Este mapa da una referencia para alinear una organización en cuatro áreas fundamentales: responsabilidad, competencia, información y compensación.
- Alineación de la responsabilidad
Se trata de establecer quién es el responsable de cada nodo del mapa de alineación. A veces esta se convierte en una pregunta desafiante, pues muchos empleados pueden estar acostumbrados a las funciones que desempeñan y no estar abiertos al cambio.
Al observar los indicadores en ambos árboles, se asigna un conjunto de indicadores al área y al nivel que le sea más apropiado. Así, cada persona en la organización tendrá la responsabilidad de hacer lo que le corresponde a su nivel. Es importante limitar el número a entre cinco y siete para permitir que cada gerente se enfoque y sea efectivo. Los ejecutivos de alto nivel deberían tener más tareas del árbol de la estrategia bajo su responsabilidad y los cargos más bajos deberían tener más indicadores del árbol de la visión.
- Alineación de las competencias
La asignación de responsabilidades y tareas debe darse no sólo en torno a un cargo sino a las competencias de las personas. Así, de acuerdo con sus habilidades se debe identificar de qué manera pueden abordar las tareas o los indicadores que se les asignan. Con lo cual se optimizan los tiempos y se reduce el trabajo.
- Alineación de los comportamientos
Los valores fundamentales de una organización tienen que ser claros y coherentes para que la alineación total funcione. Estos deben estar en línea con la cultura de la organización y del nicho en el que se desempeña.
- Alineación de compensación
Muchas organizaciones tienen diferentes métodos o criterios para compensar a sus empleados. Pero si una organización está comprometida con el modelo de alineación total, el criterio para los bonos debe girar solamente en torno a la contribución que hace una persona a los resultados.
- Mantener la alineación
La revisión de equipo y la revisión vertical son dos procesos fundamentales que garantizarán que se mantenga la alineación.
La revisión de equipo no se trata de que los encargados de cada área presenten sus reportes uno tras otro. Por el contrario, Riaz Khadem propone un modelo de reunión informal en la que la jerarquía no importe y los resultados sean revisados por todos. El líder del equipo define los puntos críticos de la agenda y todos contribuyen acerca de cómo colaborar para lograr un rendimiento excepcional
La revisión vertical se trata de una sesión de coaching individual donde el jefe se sienta con cada persona que deba entregar reportes y le da atención personalizada, que enfoca su trabajo hacia el éxito y al cumplimiento de los objetivos.
En Pensemos, la experiencia nos ha demostrado que uno de los desafíos más grandes que existe en cualquier organización es lograr que la planeación y la gestión organizacional puedan aterrizar en una ejecución concreta, eficaz y de alta calidad. Los procesos rutinarios del día a día a veces generan una pérdida del foco de la organización, que se refleja en un gran número de errores en los procesos internos. Lograr la alineación total, si bien es un reto, garantizará la coordinación de los procesos internos para que los objetivos se conviertan en realidad. Conozca nuestro software de gestión estratégica y vea cómo puede ser un aliado de su estrategia.