En el proceso de la gestión pública, la planeación emerge como el primer eslabón para el avance de una comunidad. El Plan de Desarrollo Territorial (PDT) se erige como el faro que guía el destino de una región, ofreciendo directrices claras y un marco general para la toma de decisiones en políticas económicas y sociales. Este instrumento esencial traza estrategias, establece metas y asigna recursos, constituyéndose en la brújula que orienta el camino hacia el desarrollo regional.
El Plan de Desarrollo Territorial (PDT), un elemento esencial para la gestión local
La planeación es la primera fase de la gestión pública en la cual se identifican, ordenan y articulan las estrategias para alcanzar los diferentes objetivos. Nace entonces la necesidad de que cada entidad regional (departamentos y municipios) establezca una guía que oriente el avance en el cumplimiento de las propuestas de los gobernantes en pro del desarrollo de la región.
¿Qué se entiende por Plan de Desarrollo Territorial?
El Plan de Desarrollo Territorial (PDT) es el instrumento esencial para la gestión regional. En él se proporcionan las directrices claras y el marco general para la toma de decisiones para el desarrollo de las políticas económicas y sociales en el territorio durante el periodo de gobierno. En otras palabras, el PDT define de manera ordenada, coherente e integral las estrategias, metas y recursos para el cumplimiento de los objetivos.
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¿Quiénes intervienen en la formulación del Plan de Desarrollo Territorial?
Las autoridades e instancias involucradas en el proceso de formulación del Plan de Desarrollo Territorial son:
1. El gobierno departamental o municipal (gobernador o alcalde, secretarios y oficinas del despacho y el consejo de gobierno)
2. El Consejo Territorial de Planeación.
3. La asamblea departamental o el concejo municipal.
4. La ciudadanía.
El gobernador o alcalde, como máxima autoridad, imparte orientaciones para iniciar el proceso de planeación y la elaboración del PDT de acuerdo con su programa de gobierno; los secretarios, oficinas del despacho y el Consejo de Gobierno son los encargados de desarrollar las orientaciones de planificación dadas por el gobernador o el alcalde, asegurando la disponibilidad de información para la formulación y posterior evaluación de las políticas, estrategias, programas y acciones administrativas propuestas.
Por su parte, el Consejo Territorial de Planeación analiza el proyecto de PDT, verifica la correspondencia con el programa de gobierno, y de ser necesario, recomienda la inclusión de estrategias y programas; la asamblea departamental o el concejo municipal son las instancias responsables de revisar el Plan de Desarrollo Territorial, verificarlo y evaluarlo para que finalmente la ciudadanía se convierta en la veedora del cumplimiento de dicho plan.
Cabe mencionar que este grupo de interés es el centro de todas las iniciativas a desarrollar a través de este mecanismo y se debe generar una participación transversal en su formulación, ejecución y evaluación.
¿Cómo se formula un Plan de Desarrollo Territorial?
Como todo ejercicio de planeación, tiene un esquema central y unos elementos claves que pueden variar en su contenido dependiendo de lo que se quiere desarrollar e impactar en el territorio. Es así como en la primera fase se determina la misión (la razón de ser del Plan de Desarrollo) y la visión (proyección a cuatro años del PDT), las cuales deben estar alineadas con el programa de gobierno establecido durante la campaña electoral.
Posteriormente, se realiza un diagnóstico de la situación actual del territorio empleando diferentes herramientas. A manera de ejemplo y debido a su facilidad y versatilidad, se recomienda la matriz de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas (DOFA).
Ahora, tomando como base los diferentes elementos encontrados, se busca plasmar de una manera sencilla, pero contundente, cómo se va a cumplir con el plan de gobierno. Es acá, donde se comienza con la identificación de los objetivos (lo que se quiere lograr) en conjunto con las estrategias (cómo se van a lograr los objetivos).
Como se puede notar en esta esquematización, el Plan de Desarrollo Territorial (PDT) no es algo apartado de conceptos generales que se manejan a nivel de entidades públicas o empresas privadas en donde se conocen como Plan Estratégico.
De este modo, y como ya se mencionó anteriormente, no basta con generar solo una formulación con todos los aspectos mencionados, se hace indispensable, entonces, generar un seguimiento y control continuo frente al avance de los objetivos propuestos.
Es así que, metodologías específicas como el BALANCED SCORECARD permiten, de manera sencilla y contundente, plasmar a través de un tablero de control el cumplimiento, lo que enmarca la posibilidad de tomar acciones de manera oportuna ante cualquier desviación de los resultados.
¿Quiere conocer más al respecto?
A su vez, dentro de la planificación y seguimiento, es indispensable que este esquema se encuentre alineado con las disposiciones del Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG), pues es por medio de este que se logra la integralidad en el desarrollo de las diferentes aristas que tienen las entidades públicas, y cuyo eje central está en la resolución de las necesidades de la ciudadanía.
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Como elemento final del ejercicio, se deben generar los proyectos específicos que permitirán “operacionalizar” el cumplimiento de los objetivos y a su vez priorizar la ejecución de los recursos tanto físicos como presupuestales necesarios para el desarrollo de las diferentes estrategias.
Estos planes o proyectos particulares son el complemento ideal para el desarrollo y medición de los objetivos, ya que permiten plasmar de una manera directa cómo se ejecutarán los procesos para cumplir con las diferentes metas propuestas.
El Plan de Desarrollo Territorial debe:
- Identificar, cuantificar y proponer acciones para solucionar problemas en el territorio.
- Garantizar articulación entre el diagnóstico, los objetivos, programas y metas propuestas.
- Planificar metas realizables que estén respaldadas con recursos.
- Formular indicadores que permitan realizar seguimiento y evaluarlo.
- Mostrar con claridad el impacto que se pretende alcanzar.
- Ser coherente con las necesidades y potencialidades del departamento o municipio.
El PDT es el mecanismo por excelencia para potenciar la gestión local, toda vez que, provee una orientación para el futuro y da a los mandatarios locales un marco general para las decisiones durante el mandato, por ser:
- Un marco de referencia a modo de guía para la acción de las Entidades territoriales, en donde se establecen de manera integral y coherente (objetivos, metas, medios y los recursos técnicos, financieros y humanos necesarios.
- Ser una herramienta de gestión que permite al gobernante y su gabinete gobernar con una visión de mediano y largo plazo, aumentando la legitimidad por hacer partícipes en su formulación, ejecución y evaluación a todos los sectores de su comunidad, definiendo acciones reales y de alto impacto que se constituyan en soluciones para el territorio y realizando una gestión efectiva y bajo los estándares de transparencia que demanda la Nación y la ciudadanía.
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Estaremos atentos a cualquier inquietud.
